¿Qué hacer ante una mordedura de perro?
Las mordeduras de perro pueden ser situaciones estresantes y potencialmente peligrosas. Es importante mantener la calma y seguir estos pasos para asegurar la seguridad y el bienestar de todos los involucrados:
1. Evalúa la gravedad de la mordedura:
- Mordedura leve a moderada: Lava la herida con agua y jabón suave.
- Mordedura grave: Si la herida es profunda, y el sangrado es abundante o hay desgarro de la piel, busca atención médica inmediata.
2. Controla el sangrado:
- Aplica presión directa sobre la herida con un paño limpio o una venda estéril para detener el sangrado.
3. Limpia la herida:
- Lava cuidadosamente alrededor de la herida con agua tibia y jabón. Evita el uso de alcohol o peróxido de hidrógeno, ya que pueden irritar la piel.
4. Aplica una crema antibiótica:
- Una vez limpia y seca, aplica una capa delgada de crema antibiótica para prevenir infecciones. Cubre la herida con un vendaje limpio si es necesario.
5. Busca atención médica:
- Consulta a un médico si la mordedura es profunda, está en una zona delicada (como la cara o las manos), si el perro no está vacunado contra la rabia o si tienes preocupaciones sobre infecciones.
6. Informa sobre la mordedura:
- Es importante reportar la mordedura a las autoridades locales de salud animal. Proporciona información sobre el perro (si es conocido) y la situación de la mordedura para seguimiento y prevención.
7. Considera la vacunación antirrábica:
- Si no estás seguro del estado de vacunación del perro, consulta a un médico para evaluar la necesidad de una vacuna antirrábica.
8. Evalúa el comportamiento del perro:
- Si es posible, identifica y evalúa la situación que llevó a la mordedura para evitar incidentes futuros. Comunícate con el dueño del perro si es conocido.
Recuerda:
- No intentes separar perros en pelea sin ayuda profesional.
- Siempre supervisa las interacciones entre niños y perros para prevenir mordeduras.
Ante cualquier duda o complicación, busca atención médica inmediata. La pronta atención adecuada puede minimizar el riesgo de complicaciones y asegurar una recuperación adecuada


